Acabo de enterarme del cierre forzoso de la Radio… “también” de la Radio, pues se suma a la TV
de Jerez. ¡Ya está bien!
Mi apoyo, y el de mis compañeros sacerdotes, a los
profesionales que día a día ejercéis el oficio de informar a la cuidadanía de
las noticias que la misma ciudadanía genera; mi apoyo a los que día a día
hacéis cercana por este medio que es la radio, la vida de las personas e
instituciones al resto de personas e instituciones; mi apoyo a los que acompañáis
con vuestra voz en horas de soledad y enfermedad, en la tienda al comprar el
pan, en el trabajo, en lo cotidiano… ésa es la grandeza de una radio local: la
cercanía.
Seguro estoy que con voluntad de arreglar las cosas por
parte de la Junta, la emisora no hubiera sufrido esta sentencia tan dura; que
con voluntad de salvaguardar el derecho a la información de los ciudadanos, que
con voluntad de valorar la importancia y la hermosura de los medios de
comunicación locales, seguro estoy que la administración habría encontrado la
fórmula para subsanar lo que precisase ser arreglado. Siento pues una
indignación tal que me resulta imposible aceptar esta orden sin escribir mi más
enérgico desacuerdo.
Os agradezco todo lo que hacéis por Jerez, todas las veces
que os habéis hecho eco de las noticias parroquiales, y lo a gusto que me
siento con vosotros. Y tened la certeza que, con el apoyo de todos, no hay
sentencia de muerte para Radio Jerez; que, a lo sumo, será un
reivindicativo “hasta luego”, para volver lo más pronto posible a nuestros hogares
diciendo como Fray Luis de León: “Como decíamos ayer…”
Un abrazo
Pedro-Alberto Delgado